Tarumá

 El 9 de noviembre a partir de ahora será un día especial para nuestro CIIE. Ese día en 2023 y con la votación de la comunidad educativa de  Florencio Varela tuvimos nuestro propio nombre: "Tarumá"

Foto gentiliza Leo Semienchuk
Tener un nombre es importante, el nombre es parte de la identidad y es la manera en la que nos reconocemos y los demás nos reconocen. Es un derecho, un derecho que hoy mas que nunca debemos cuidar.

Para llegar a ese día, recorrimos un largo camino, en mayo del 2022 comenzamos con este acto democrático de proponer un nombre y en 2023 la comunidad educativa votó. Se propusieron 33 nombres, todas de personas de reconocida trayectoria y de las mas variadas áreas, pero a la hora de votar ganó por amplia mayoría “Tarumá”.

Para quienes no hayan escuchado esta palabra antes, Tarumá es un árbol, un árbol que puede alcanzar hasta los 10 metros de altura, su nombre es de origen guaraní y la palabra describe un árbol de frutos muy similar al olivo.

Ustedes se preguntarán pero ¿por qué Tarumál? y esto tiene un por qué...

Florencio Varela es una ciudad que abraza a la naturaleza, con actividades agrícolas, con el desarrollo de la floricultura, la horticultura, acá festejamos el día de la Pachamama, la fiesta de la frutilla y la fiesta de la flor, actividades todas promovidas por el municipio porque son parte de la identidad varelense.

Conociendo esto es más fácil entender por qué un árbol, pero no cualquier árbol, Tarumá es el árbol simbólico de Florencio Varela, forma parte del paisaje de nuestro distrito desde antes de su creación. El naturalista y escritor Guillermo Enrique Hudson, quien paso su infancia en Bosques, parte de Florencio Varela, escribió en su libro “Allá lejos y hace tiempo” (1918) el siguiente texto sobre el árbol Tarumá:


Además de los famosos veinticinco ombués, crecia allí otro árbol de diferente

especie, que se levantaba cerca de la casa, siendo conocido por el vecindario con la

denominación de “El árbol” habiéndosele dado tan pomposo título, porque resultaba

ser el único de su clase en aquella parte del país. Afirmaban nuestros vecinos

criollos su condición de solo en su especie en el mundo. Era un viejo árbol, grande y

lindo, de corteza blanca, largas y suaves espinas del mismo color y permanente

follaje verde oscuro. Florecía en noviembre y se cubría entonces de diminutas flores

amarillas de maravillosa fragancia, que las suaves brisas del verano llevaban en sus

alas a muchas leguas, enterando su aroma a los vecinos de que la estación florida

había llegado al ´árbol´ que tanto admiraban, haciéndolos venir a nuestra casa a

pedir una rama, para llevársela y con ella perfumar sus humildes viviendas.”


Vemos en este fragmento cómo ya en esos primeros tiempos de nuestra ciudad el Tarumá era bien valorado y un punto de referencia para los vecinos pioneros. Llamarnos Tarumá es parte de nuestra identidad varelense, también nos invita por el origen de su nombre, a reivindicar el respeto por la cultura étnica, pero además nos recuerda la importancia del cuidado de la naturaleza, de nuestra “casa común” que cómo dijo el papa Francisco, “Nunca hemos maltratado y lastimado como en los últimos dos siglos”.

Esto no es ajeno a nuestro rol docente y mucho menos a nuestra misión cómo formadores de formadores. Con mucho orgullo tengo que decir que en 2023 por primera vez en la historia de nuestros CIIE se ha creado y cubierto el cargo de ETR de Educación Ambiental, lo que nos habla del compromiso desde cada uno de nuestros roles cómo educadores para fortalecer una perspectiva sociocrítica dirigida a comprender las causas y consecuencias de las problemáticas y conflictos ambientales.

Llamarnos Tarumá, nos compromete a partir de ahora a encauzar nuestras acciones hacia la educación ambiental, no solo desde la formación propia que brindamos en el CIIE, eso lo damos por descontado, sino también desde la extensión cultural, desde la investigación y desde la documentación de nuestra biblioteca pedagógica porque hoy mas que nunca debemos favorecer en las y los docentes y estudiantes la construcción de herramientas para la participación ciudadana, en el marco de sociedades democráticas y ambientalmente más justas.

Claudia E.
Casariego